El primer candidato a Diputado Nacional de la UCR, Oscar Aguad, en un mano a mano exclusivo con Primer Día¿Qué pudo percibir de la gente durante esta campaña, además del malestar con el gobierno?
Veo en todos lados la misma preocupación por la caída en la actividad económica. Me parece que no solamente la crisis sino el hecho de que la Nación se lleve el 76 por ciento de los recursos nacionales ha funcionado como una “aspiradora” de los recursos económicos del interior. Esto, obviamente, se percibe en todos los pueblos y es inédita en el interior de nuestra provincia.
¿Hay garantías de que quebrando la mayoría automática que tiene el oficialismo las cosas van a cambiar?
Si el gobierno pierde las mayorías parlamentarias, las expectativas son de que haya un gran acuerdo. Si nosotros pasamos a tener mayorías, tenemos que hacer lo que estamos reclamando: sentarnos en una mesa con el gobierno, con los sectores que tienen que ver con la actividad económica y del trabajo y llegar a un acuerdo.
Da la impresión de que este Oscar Aguad no es el mismo que fue candidato a gobernador contra De la Sota. ¿Lo siente así?
Lo que pasa es que uno va acumulando experiencia. El ser legislador nacional, increíblemente porque yo no lo creía, me ha dado otra perspectiva de la Argentina. Sinceramente, completó mi formación política. Reconozco que este cargo de legislador, del cual no tenía expectativas, me ha dado una experiencia inesperada, muy rica, y me ha hecho ver una realidad que no es distinta a la que veía pero con una perspectiva macro. Cada uno con su experiencia tiene que ayudar a ver si el país sale de este problema en que estamos. Sigo siendo el mismo, lo que pasa es que tengo más experiencia.
¿Cómo se distingue de otros candidatos que parecen proponer lo mismo que usted propone?
Yo no digo lo mismo que los demás. Todos dicen que hay que distribuir las riquezas en forma más equitativa y que hay que llegar con más recursos a las provincias. Yo digo que hay que generar las condiciones para que existan esos recursos porque el problema de hoy en Argentina es que la riqueza que producimos no alcanza.
Mientras no solucionemos ese problema, todo lo demás es hablar en abstracto porque qué vamos a distribuir sino tenemos qué distribuir. No alcanza con la riqueza agropecuaria para que vivan bien todos los argentinos. Argentina tiene que pegar un gran salto industrial, agregando innovación tecnológica y avance científico a su producción agropecuaria y no solamente a ella. Argentina tiene que especializar a sus ingenieros en biogenética, en genética, en mar, en petróleo, en minas, en todo lo que hace el mundo desarrollado.
Nosotros tenemos hierro pero, poniéndo una metáfora, tenemos que terminar produciendo un satélite. Es cierto que un país no puede producir todos los bienes que andan por el mundo pero tenemos que tratar de sustituir la mayor cantidad de importaciones para no transferir riquezas al exterior.
Argentina tiene un problema de falta de riquezas y hay que construir riquezas nuevas.
El año pasado, en la mejor producción agropecuaria de la historia, con los precios más altos de la historia, no alcanzó para que los argentinos empecemos a visualizar una mejora.
Esto tiene que ver con que las riquezas no alcanzan y tampoco los puestos de trabajo y mucho menos inversiones. Antes de hablar de cómo se distribuyen hay que hablar de cómo se atraen inversiones que generen puestos de trabajo nuevos y que se concrete el circuito virtuoso de la economía.
No hay derecho a ser un país rico con gente pobre.
Mucha de las cosas que plantea parecen tener más que ver con el Ejecutivo que con el Legislativo.
No es así. El rumbo del país lo fija el Congreso de la Nación. Lo que pasa es que los argentinos estamos acostumbrados a que rige casi un sistema presidencialista, donde el presidente tiene absoluta mayoría en el Congreso, y pareciera que el rumbo lo fija el presidente.
Es cierto, lo fija el presidente pero con las leyes que dicta el Congreso. Planteo que ese rumbo hay que fijarlo por consenso, sentándose en una mesa a dialogar a ver si somos capaces de construir un programa de gobierno entre todo.
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