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Para el CERNAR, Candonga es un sitio para preservar

El biólogo José Toledo, secretario del CERNAR que depende de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, fundamentó su aval a la creación de una reserva en la cuenca del río Chavascate como pide la organización vecinal “Nuestra Agua es de Oro”.


En áreas turísticas, las consecuencias del impacto ambiental se traducen en aspectos ecológicos-paisajísticos y sociales, que pueden desacreditar los atractivos por los cuales se pretende la afluencia de visitantes:
La afectación de la cobertura vegetal (tala, incendios, agricultura y ganadería), la contaminación del aire (olores, humo), del agua (aguas subterráneas, ríos, lagos), la contaminación visual en zonas urbanas y peri-urbanas (caminos, cableado, higiene en general, ausencia o calidad de la cobertura vegetal), del paisaje natural (basurales, industrias, intervenciones desordenadas sobre el paisaje, minería), del paisaje cultural, como es en el caso de Candonga, así como la contaminación sonora (tráfico, ubicación de puntos de diversión, explosiones) y la perdida o disminución de la cantidad o calidad de cualquiera de los recursos naturales.
Los citados son factores a partir de los cuales se tiene un acceso inmediato a la sensación de calidad ambiental y de los cuales depende en gran medida el sostenimiento de la imagen de un área como atractivo turístico. En este sentido, desde el punto de vista económico (recursos turísticos), esos factores son ámbitos  sensibles que deben ser especialmente vigilados por los organismos de competencia, en grado tal, que se justifica la existencia de un grupo de trabajo especialmente dedicado al análisis de la problemática ambiental.
En especial en los últimos tiempos, la vigilancia de la calidad ambiental de los sitios turísticos es cada vez más valorada por las visitas provenientes del extranjero, para quienes una legislación robusta y efectiva se erige en protectora y sustentable. Si bien el turismo viene en busca de lo agreste y lo silvestre, valora que tales características se encuentren enmarcadas por una eficiente estructura de cuidado y protección.

La Problemática general y el problema local
La decisión acerca de la creación de un Área Protegida, es una medida singular que debe ser valorada en su dimensión real. Una decisión semejante es una oportunidad más, que la sociedad tiene para asumir, obligada a preservar su calidad de vida en el sentido amplio, considerando las necesidades o requerimientos económicos, como otro más de los elementos del sistema, pero no el protagónico, ni el que en definitiva decide.
Durante el transcurso del presente estudio se tratarán de detectar los problemas ambientales básicos relacionados con la administración del Área Protegida  de Candonga, teniendo en cuenta su carácter, trascendencia, la urgencia que demanda su solución y las posibilidades ciertas que se encuentran disponibles para encararlos y resolverlos.
Recorriendo las problemáticas de índole ambiental, podemos enumerar como tales a las siguientes:
  • Afectación de la cobertura vegetal
La cobertura vegetal original se encuentra profundamente afectada en toda la extensión del AP. La tala por leña, el desmonte, ganadería y los recurrentes incendios rurales, así como un incorrecto uso del suelo, son las razones principales de esta realidad. 
  • Contaminación del aire
Particularmente las emisiones provenientes de los basurales aledaños, así como el humo de los ocasionales incendios de campos  y polvos de la minería, son la fuente principal de contaminación del aire.
  • Contaminación del agua
Por la presencia de cada vez mas viviendas en las proximidades de los cursos de agua, que contaminan las napas o directamente las aguas superficiales.
El aporte de aguas residuales domiciliarias y de pequeñas industrias sin tratamiento en los terrenos permeables del subsuelo proporciona un aporte incesante de sustancias contaminantes hacia la freática.
  • Disminución del caudal de agua
El creciente aumento demográfico de  u na región, ha establecido año a año el asentamiento de nuevos vecinos, sin una planificación u ordenamiento territorial, en un área carente de un recurso tan importante como el agua.
Esta carencia se ve aumentada por el crecimiento inmobiliario extremo, por una acentuada disminución de los regímenes pluviales y el cambio climático global,  que aumenta en varios grados las temperaturas extremas, favoreciendo la evapotranspiración de las plantas y evaporación de los cursos de aguas superficiales y de los suelos desnudos carentes de  vegetación protectora.
  • Contaminación visual en zonas urbanas y peri-urbanas
El tráfico, la infraestructura lumínica, el cableado de servicios, la construcción de nuevas calles y rutas, el asfalto, la destrucción de la vegetación, así como el incumplimiento de las normas de deshechos urbanos, de recolección de residuos, van a ir produciendo cada vez un mayor disturbio en el paisaje.
  • Contaminación sonora e inseguridad vial
En particular se refiere al tráfico actual y con más razón del futuro,  que afectará no solo desde el punto de vista social, sino también desde el punto de vista de la biodiversidad. Al abrirse rutas asfaltadas se generan múltiples efectos por la circulación a alta velocidad lo que ocasiona muertes de fauna y no permite otras actividades sociales (caminatas, paseos en vehículos tracción a sangre, ganadería de subsistencia, arreos, tradiciones locales, etc).
  • Problemas culturales
En este punto se encuentra resumido tal vez el problema central, que estamos hoy analizando desde la perspectiva ambiental. Nos referimos en particular a la permanente dicotomía -aceptada y promovida- entre las formas de pensar y de actuar. Los que defienden la naturaleza y tiene una forma de vida más austera y sustentable, versus los que someten los ecosistemas y usufructúan los recursos en forma desmedida, ambiciosa y consumista.Por último, el patrimonio cultural de la región, impone una protección estricta del área de la Capilla de Candonga, que por varios siglos ha permanecido protegida per se, y posteriormente por Decreto Provincial, y que ahora no puede ser dejada al desamparo ni al avasallamiento de reducidos sectores que imponen sus ambiciosos intereses al de los pobladores tradicionales, que han utilizado el área en forma sustentable, aprovechando sus recursos y manteniéndolos para las futuras generaciones.   
La protección de la cuenca del Río Chavascate, asegura mínimamente un curso de agua natural con toda la calidad conocida, permanente, una biodiversidad restablecida, valorizada por el turismo, que permitirá mantener la población con un nivel de vida aceptable y sustentable, para lo cual se requiere de la voluntad social y política en todos los niveles involucrados.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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