707 es la medialuna cordobesa que llegó para quedarse

Desde que desembarcó en Jesús María y Colonia Caroya no ha parado de crecer. Los secretos de una marca que ya piensa extenderse al resto del país y que en nuestra región ya tiene tres locales.

Carlos y Analía decidieron unir sus vidas en marzo de 2010 contrayendo matrimonio. Y al poco tiempo de vivir el idilio que corresponde a los primeros meses de casados surgió una oportunidad de negocios que iba a cambiarles la vida.
Así es como en octubre del año pasado se toparon con la posibilidad de formar parte de la franquicia de 707, la que se vende a sí misma con la mejor medialuna del país, 100 por ciento artesanal.
“Nos topamos con este rubro que era algo que nos gustaba. Nos encanta cocinar y ella a la repostería la maneja muy bien. Nos sentimos con la capacidad de llevarlo adelante”, cuenta Carlos en tono de explicación sobre el porqué del rubro ya que ambos vienen de profesiones poco vinculadas.
Octubre fue el tiempo en que comenzaron a investigar sobre qué era 707 y que derivó en una entrevista con el dueño de la franquicia que terminó por cerrar el negocio.
“Veíamos que era algo muy exitoso, muy famoso, con blogs destinados a los distintos locales en todas las ciudades”, completa Carlos sobre el círculo que derivó en la decisión de formar parte de la franquicia.
¿Por qué en Jesús María y no en otro lado? En parte, porque formaba parte de la oferta de 707 pero también porque Carlos tiene familia acá y conoce bastante la zona. De hecho, el médico pediatra Rodrigo Félix Flores es tío abuelo de Carlos y de allí su principal nexo con la zona.
“Vengo de ser jefe de recursos humanos de una empresa donde tenía acceso a las áreas de comunicación y marketing, de modo que algunas cositas pude ir incorporando”, añade Carlos sobre su experiencia previa.
Y toma la palabra Analía para narrar el comienzo de 707 en nuestra zona: “Comenzamos con el local de Cástulo Peña prácticamente desde cero y con todo lo que ello implica. Teníamos fecha para abrir y veníamos atrasados, nos demoraron muchos los trámites burocráticos. Lo que en teoría teníamos que tener listo para noviembre terminó siendo en enero”.
Uno piensa que abriendo para la época en que viene el Festival de Doma de Jesús María tuvo que resultar bueno para el recién inaugurado local. Pues, no sucedió así. “La verdad es que durante la Doma no pasó nada pero nos pasó algo que no nos iba a dar el festival con la gente de paso: empezamos a ganar la gente de acá, la gente de Jesús María”, completa Analía.
Después de la apertura del local de Cástulo Peña, ocurrió la apertura del negocio en Colonia Caroya, producto de haber superado con creces el mínimo  de docenas vendidas que impone la franquicia. Al poco tiempo, los negocios locales vendían el doble de lo que se pedía y en febrero fueron récord de ventas de 707 en todo Córdoba.
En Caroya, 707 inauguró para la época de los corsos con gran suceso también.
“Sabíamos que nos faltaba un local de la forma en que nos estaba yendo, bastante atípica”, explica Carlos.
Son una empresa donde cada integrante es polifuncional y puede pasar de la gerencia al horneado de medialunas en el transcurso de una hora. De esas empresas donde un mismo jugador patea el centro, corre a cabecear, y ataja al mismo tiempo.
Medialunas, facturas rellenas, y criollos son el fuerte de esta franquicia que le cambió completamente la vida a este joven matrimonio que supo aprovechar el momento y la oportunidad y comenzó de cero en esta zona del norte cordobés.

Datos

707 tiene tres sucursales en nuestra región. La primera de ellas está en Cástulo Peña 487. La segunda está en Pedro J Frías 506. El local de Colonia Caroya está sobre avenida San Martín 3815.

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