Aunque le escapaba al título, fue uno de los nativos de la ciudad que ocupó muchas de sus horas en los archivos desentrañando datos sobre sus orígenes.
Lamentablemente, esta semana Don Luis Biondi falleció sin ver publicado su trabajo “Jesús María, Villa y Cabecera de Anejos Norte” donde estaba recopilada la historia de la ciudad desde 1873 hasta alrededor de 1950. Allí, se narraban la génesis de las instituciones más importantes tanto públicas como privadas con lujo de detalles.
Biondi tenía una memoria prodigiosa y casi que podía contar sin echarle ojo a sus escritos los avatares de esta tierra que los nativos llamaron Guanusacate. Era un férreo defensor de la historia de Jesús María a partir del siglo 19 y desechaba la postura que fija el primer mojón en la llegada de los españoles a estos pagos y, al poco tiempo, de la orden jesuita. En los debates, se encendía y elevaba la voz con ampulosos gestos.
Aunque era de gesto adusto, era una persona demasiado generosa para con quien le pidiera alguna información para algún trabajo escolar o periodístico. No negaba jamás un dato sobre la historia de Jesús María. Su madre, Antonia, fue la primer mujer concejala de la ciudad y aunque él pudo haber tenido algún cargo político vivió su vida esquivándoles.
Lo extrañará su partido, la Unión Cívica Radical, que lo tuvo entre sus fuentes de consulta permanente, pero también lo extrañará parte de la comunidad vinculada con la cultura ya que daba gusto trabar conversación con él y repasar los logros de esta Jesús María desde sus comienzos hasta bien entrado el siglo 20.
Ojalá que su trabajo escrito pueda ver la luz algún día.
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