Sergio, María, Melisa, Valentina, Guadalupe, Victoria, Emiliano, Jeremías, Martina, Victoria, Iara, Lautaro, Cruz, Facundo, Enzo, Rocío, Matías, Leandro, Tomás, Nicolás, Martina, Pilar, Leonel, Mateo, Guillermo, Santiago, Lionel, Isa, y Marcelo son alumnos de la sala azul del Jardín de Infantes de la escuela Francisco Antonio Ortiz de Ocampo, quienes reflexionaron sobre los recientes hechos de violencia que se vivieron en una escuela secundaria de nuestra zona y donde un alumno le propinó una feroz paliza a otro.
Como los alumnos acostumbran a recibir información de los medios de comunicación, llevaron todas sus preocupaciones y las volcaron en pensamientos que vale la pena reproducir porque generarán en el mundo adulto conciencia sobre el ejemplo que vienen recibiendo los más pequeños en términos de violencia.
Aquí, van algunas de las reflexiones que plantearon.
- No queremos que peguen cachetadas, trompadas, ni patadas porque se lastiman
- Cuando escucho esas noticias, no me dan ganas de ser “grande” como ellos ni de ir a la escuela de esos chicos más grandes.
- Queremos que los papás y las señoritas les enseñen a esos chicos que no tienen que burlarse ni lastimar a los demás porque todos somos humanos y nos tenemos que respetar. Sino es como una guerra.
- Yo creo que si no nos respetamos y cuidamos tamposo vamos a cuidar el planeta.
- No le tengo que hacer al otro lo que no me gusta que me hagan a mí. Se lo quiero decir a esos chicos y a los otros también: “No le tienen que hacer cosas malas a los demás”.
- Yo les digo a los que pegaron: “¿Les gustaría que les peguen y se burlen de algo tan feo y que debe doler mucho?”.
- Yo quiero saber ¿por qué los compañeros se burlaron y no ayudaron? ¿Ellos tampoco saben convivir con los demás?
- Queremos que se arepientan y pidan perdón porque tienen que ser compañeros.
- ¡No entiendo por qué los compañeros se burlaban y filmaban eso!
- ¿Acaso los padres le enseñan a burlarse y a pelear a esos chicos?
- Las señoritas o los profesores tienen que ser enseñarles a ser más buenos con los compañeros, a compartir y no pelear. Sino van a ser así con todos.
Todo este contenido se volcó en una carta que los alumnos le hicieron llegar a los medios de comunicación local y al intendente de la ciudad y que fue firmada por los 29 alumnos de entre cinco y seis años.
Marisa Rossi, maestra de los pequeños, fue la encargada de explicar el porqué salir y comunicar lo que sintieron después de enterarse sobre el lamentable hecho de violencia dentro de una escuela pública de la región: “Empecé a escribir todas las cosas que ellos me iban diciendo y decidí transcribir sus pedidos, sus sentimientos, y repartirlas”.
“Creo que se está naturalizando la violencia y la falta de respeto. Diariamente tenemos que trabajar sobre la agresión, sobre el no escucharse, sobre la falta de comunicación, la falta de respeto”, reflexionó la docente.
Vale destacar que entre las intenciones de los niños las que más se repiten son sobre lo que no quieren vivir dentro de una escuela, especialmente, dentro de las escuelas públicas.
“Algún día tendremos que entender que la resolución del problema pasa por la familia, por la educación, y por el Estado”, aportó Rossi.
En definitiva, los más pequeños formularon un llamado de atención sobre la extensión del acoso escolar, sobre la angustia que genera la posibilidad de padecer ese acoso y sobre la posibilidad de no sentirse ayudado.
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