Una joven generación política está al frente de los destinos de las comunidades de nuestra región. Todos orillan los 45 años y antes de ser las máximas autoridades de la región fueron colaboradores o funcionarios de sus antecesores. Excepto Ciprián que fue reelegido por abrumadora mayoría y va por su segundo mandato, el resto tendrá los próximos cuatro años para demostrar con obras y servicios cómo quiere hacer crecer a la comunidad que gobierna.
Durante el fin de semana pasado y demostrando la intención de trabajar en forma regional, las nuevas autoridades se fueron escalonando para asumir como autoridades en ejercicio. La sucesión de ceremonias arrancó el viernes 9 en la Casa Nóbile de Sinsacate donde Carlos Ciprián renovó su mandato por cuatro años más. Utilizó cerca de 19 minutos para referirse a sus principales prioridades entre las que mencionó la conclusión de la obra de gas natural y la provisión de agua potable.
El sábado por la mañana fue el turno de Gustavo Ripeloni, quien se hizo cargo de Colonia Vicente Agüero tras 29 años de mandato de Jorge Visintín. Lo hizo con una ceremonia sencilla y ocupó unos pocos minutos para señalar la continuidad en la manera de conducir los destinos de la comuna.
Por la noche, asumía Luis Grión como máxima autoridad caroyense, tras acunar ese sueño durante varios años. También destinó unos 18 minutos para referirse a sus desafíos y lo que pretende iniciar para la ciudad en materia de obras. La ceremonia de asunción no fue en el Lote XV (todo un signo) sino que lo hizo en el Club Sportivo Unión de Tronco Pozo.
Finalmente, el domingo sería el turno en el Museo Jesuítico Nacional de Gabriel Frizza, quien destinó unos 20 minutos a repasar sus promesas de campaña y ratificar que va a cumplir con esos compromisos asumidos.
En todos los casos, hubo momentos de emoción al referirse a los seres queridos -los que todavía están y los que guían desde el cielo- a los que se señaló como factores decisivos de apuntalamiento y de enseñanza sobre el compromiso con la comunidad.
Independientemente de la afinidad generacional que hay entre las flamantes autoridades y de la afinidad ideológica (todos tienen como raíz común a la Unión Cívica Radical), sería importante que puedan avanzar en gestiones conjuntas sobre obras que debieran financiar los gobiernos centrales.
Hubo excelentes ejemplos de cooperación regional durante los cuatro años que nos anteceden donde sobresale el histórico acuerdo sobre los límites geográficos de cada ejido. Pero también hubo avances en legislación conjunta, en gestiones por la autovía a Córdoba, en negarse a la instalación de casinos, y en la proyección de obras que impidan los anegamientos durante la temporada estival.
El éxito en sus gestiones será el éxito en la promoción del crecimiento local y en la mejoría de nuestras ciudades
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