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| Foto Gentileza Radio Jesús María |
El cuadro resulta difícil de imaginar: que uno esté durmiendo y vea interrumpido su descanso por la irrupción de extraños dentro del domicilio con fines delictivos.
Más difícil resulta imaginar cómo actuaría uno si agreden a un miembro de la familia con golpes y heridas con elementos punzantes. Pues bien, ése fue el cuadro con el que se topó Sergio Aris en la madrugada del jueves pasado cuando tres delincuentes ingresaron al dormitorio conyugal trayendo con ellos a los dos hijos del matrimonio.
Habían ingresado colocando un gato hidráulico en las rejas de una de las ventanas y uno de los delincuentes ingresó y abrió la casa para el resto. Las pesquisas suponen que Aris había sacado dinero de una entidad bancaria y que los delincuentes iban detrás de eso, aunque eso ingresa dentro del terreno de la especulación.
En medio de golpes y agresiones, los ladrones intentaron maniatar al dueño de casa que se desempeña como segundo comandante en Gendarmería nacional, pero logró zafarse y alcanzar su arma reglamentaria para desencadenar una balacera que escuchó todo el vecindario.
El epílogo fue que logró impactar con su arma en una pierna y la nalga de uno de los victimarios, hecho que provocó la veloz retirada sin concretar el asalto.
La policía tomó conocimiento del hecho a los pocos minutos y procedió a relevar los datos sobre el hecho. Lo que ocurrió más tarde fue algo curioso y tomó estado provincial. Un joven de 20 años, de nombre Roque Ceballos, moría desangrado en el Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba, lugar al que había llegado acompañado de una mujer en un Fiat Palio gris.
Las pericias balísticas y los análisis de las muestras de sangre terminaría por determinar que se trataba de la misma persona que había participado del intento de robo en el barrio de Agua Mansa de Jesús María.
El caso fue caratulado como Homicido simple y restan analizar las circunstancias para determinar si los disparos que realizó Aris se encuadran dentro de lo que se denomina “legítima defensa”. Por el momento, el integrante de la fuerza de seguridad quedó en libertad hasta tanto se avance en la investigación.
Fuentes consultadas por este semanario explicaron que un claro atenuante en este caso es el hecho de que los disparos se hayan efectuado en los miembros inferiores de Ceballos, con lo que podría demostrarse que no hubo intención de matar sino de inmovilizar.
Después de todo, la muerte llegó -según la información preliminar- como consecuencia de una hemorragia que podría haberse evitado si hubiesen auxiliado de inmediato al herido.
Aris se presentó durante la mañana del jueves en forma espontánea en la sede de la Comisaría local para colaborar con la investigación que venía realizando la Policía. No obstante ello, recién en horas de la tarde se coincidió en que ambos hechos podrían haber tenido vinculación (los disparos en Jesús María y la confusa muerte en la ciudad de Córdoba).
Resultó curioso que el hecho se haya dado en un barrio donde viven muchos integrantes de Gendarmería Nacional que, en la mayoría de los casos, portan un arma reglamentaria y están entrenados para hacer uso de ella.
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